Parece que se está perdiendo esta bonita tradición de imprimir y me apena muchísimo ya que siempre he sido una fiel defensora de la impresión de las fotografías digitales. Desde que la tecnología irrumpió en nuestras vidas (en la mayoría de los casos para mejorarla) se realizan tantas fotografías por la inclusión de cámaras en los dispositivos móviles, que parece que la misma pierde valor u originalidad. Por ello, voy a dedicar un post a indicaros los motivos por los que se deben seguir imprimiendo recuerdos que nos acompañarán siempre:

Las fotografías no se pierden al imprimirlas.

¿A quién no le ha pasado? Ha perdido el teléfono móviles y con ello la gran cantidad de fotografías que habías recolectado durante años. Si hay algún fotógrafo en la sala sabrá lo trágico que puede resultar perder un disco duro sin tener una copia de seguridad. Seas profesional o no, seguro que no tiras una fotografía sin querer, es mucho más difícil perder fotografías impresas.

Más sentimientos hacia la imagen.

Cuando imprimimos fotografías, inevitablemente pasamos más tiempo con la misma y nos hace pensar más sobre ella: el estilo, la profundidad, los matices… tanto si la fotografía la hemos realizado nosotros mismos como si lo ha hecho un profesional nos invita a pensar en la situación que surgía durante la misma y los sentimientos se pueden evocar al recordar. En una era de redes sociales en la que todo es tan rápido, la fotografía impresa nos permite hacer una pausa que nada tiene que ver con los likes de Instagram.

Más detalles al imprimir.

Aunque las pantallas cada vez son más sofisticadas y cada vez tienen más detalles y realismo, las percepciones que ofrece la fotografía impresa son mucho más auténticas que las que te pueda ofrecer cualquier pixel. Podrás elegir también el material en el que imprimes, y eso dará mucho juego a tus creaciones.

¿Y tú? ¿Encuentras más motivos para imprimir fotografías en defensa contra la fotografía en medios digitales?